dyskolo@lectura.social reviewed Cómo no hacer nada by Jenny Odell
Resistirse a la economía de la atención
El subtítulo de este libro marca la línea a desarrollar. Empecemos por el concepto de utilidad y valor monetario. Hagamos frente a todas esas actividades, más allá del imprescindible trabajo, que pueden resultar útiles. "¿Útiles para qué?" --se pregunta Chuang Tsé--, la estrechez de una palabra en el mundo actual y sus sinónimos: éxito, productividad, en la lógica capitalista. Más bien vivimos abrumados y abducidos por todo lo contrario: "hoy estamos anegados de palabras inútiles, en cantidades ingentes de palabras e imágenes. La estupidez nunca es muda ni ciega" (Gilles Deleuze), y era 1985 cuando lo escribió... Si tenemos que "salirnos de la máquina", Jenny Odell no propone exiliarnos en medio del campo, sino usar los espacios públicos como jardines o bibliotecas, lugares no comerciales donde no se exige nada para acceder a ellos, y donde se puede hacer cualquier cosa. Las redes sociales nos roban el tiempo y nuestra …
El subtítulo de este libro marca la línea a desarrollar. Empecemos por el concepto de utilidad y valor monetario. Hagamos frente a todas esas actividades, más allá del imprescindible trabajo, que pueden resultar útiles. "¿Útiles para qué?" --se pregunta Chuang Tsé--, la estrechez de una palabra en el mundo actual y sus sinónimos: éxito, productividad, en la lógica capitalista. Más bien vivimos abrumados y abducidos por todo lo contrario: "hoy estamos anegados de palabras inútiles, en cantidades ingentes de palabras e imágenes. La estupidez nunca es muda ni ciega" (Gilles Deleuze), y era 1985 cuando lo escribió... Si tenemos que "salirnos de la máquina", Jenny Odell no propone exiliarnos en medio del campo, sino usar los espacios públicos como jardines o bibliotecas, lugares no comerciales donde no se exige nada para acceder a ellos, y donde se puede hacer cualquier cosa. Las redes sociales nos roban el tiempo y nuestra atención. Ese es el objetivo de las grandes plataformas, su modelo de negocio de donde obtienen ingentes beneficios millonarios. Nos quieren ahí, cacareando y empleando nuestro tiempo en lo banal. No se trata de vigilar la discrepancia e imponernos el silencio. Bien al contrario "se fundamenta en la proliferación del parloteo, en la irrelevancia de la opinión y del discurso, y en hacer que el pensamiento, la discrepancia y la crítica resulten banales y ridículos" (dice Franco Berardi "Bifo"). Este ataque desde internet a la inteligencia humana (al menos tal y como hasta ahora la habíamos conocido) no se puede combatir, como muchos pretenden, buscando la "verdad", porque lo que está en cuestión no es eso, sino la realidad. De modo que por lo que tenemos que movernos es por ampliar la parte de lo real. La imposibilidad de retirarse. Epicuro preconizaba alejarse de las riquezas, del éxito y de los honores, y del respeto de las multitudes, si lo que se busca es poner fin a las tribulaciones del alma. Pero eso no puede impulsarnos a apartarnos del bullicio del mundo, como ocurrió con las comunas de los años 60 y 70 del pasado siglo, en un intento de crear "otro mundo" saliéndonos del que existe. Eso, ni es conveniente ni conduce a ningún sitio buscado. Frente al retiro o al exilio, Odell propugna el distanciamiento y la participación. Mirar las cosas con perspectiva e implicarse para cambiar el mundo real. Contra la economía de la atención pareciera escrito el texto de Unamuno "De esto y aquello", donde afirma: "no sé hablar si no veo unos ojos que me miran y no siento detrás de ellos un espíritu que me atiende".